Podemos estar o no de acuerdo con su esquema, podemos discutir decisiones y jugadores, podemos ser todos técnicos de la selección. Pero no puede caer solo en la volteada.
Batista fue ninguneado por medios de todos los palos que le daban aire a encuestas y personas que pedían a gritos a Tevez. Batista, que si lo seguía dejando afuera iba a quedar etiquetado como autoritario, lo puso y fue titulado como contradictorio y debilucho.
Lo puso, y sin anestesia: Nos dejo afuera.
Batista tiene un laser que lo apunta.
Batista sabe que se piensa en caliente, sin tener en cuenta un laburo.
Batista sabe que los argentos tenemos la pasión de echarle la culpa al otro.
Batista duerme tranquilo, hizo lo que pudo.
Batista por lo menos estudio y gano algo.
Batista es el primero que quiere ganar, el segundo que quiere cobrar y el último en salir a hablar.
Batista sabe que selecciones como la española (para salir campeón del mundo) y la de Venezuela (para llegar por primera vez a la semifinal de una Copa América) estuvieron diez años con un proyecto mientras que él lleva solamente dos.
Lamentablemente la soberbia y el exitismo argentino se lo quiere comer porque no cree en los proyectos.
Hoy estoy muy triste por mi selección, siento odio por el juego cobarde de Uruguay, y bronca por la serie de buitres que existe en el medio periodístico.
“Volve Diego” dice el cartel, me hace acordar a que muchos queremos el invierno cuando es verano, y el verano cuando es invierno.
Los medios y la gente tiraron la piedra. No se bancan mostrar las manos.
Tal cual, antes que echarle la culpa a Batista hay muchos que se tendrían que hacer cargo de que pidieron a Tevez un jugador que claramente Batista no quería llevar y esto de la bandera que decía "volve Diego" es cualquiera. En todo caso pongan una que diga: "andate Grondona"
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