Si es cierto que la educación sexual que reciben nuestros hijos en la escuela incita a la lujuria, a la fornicación y a la promiscuidad, pues se les exhiben preservativos y píldoras anticonceptivas, es hora de que se revisen los contenidos que se aprenden en todas las materias, pues pueden estar corrompiendo sus cabezas.
Es riesgoso que en Historia se les enseñe sobre Hitler y el nazismo, pues esto puede incitarlos al racismo.
Es riesgoso que en Educación Cívica estudien las leyes, pues conocer lo que está prohibido por ley puede incitarlos al delito.
Es riesgoso que en Inglés aprendan inglés, pues esto les permite leer las letras de las canciones de Marilyn Manson, que incitan a la violencia.
Es riesgoso que en Dibujo conozcan el neoimpresionismo y a Vincent van Gogh, pues esto puede incitarlos a cortarse una oreja.
Es riesgoso que en Física aprendan la ley de gravedad de Newton, pues puede incitarlos a tirar a alguien por el balcón para corroborarla por sí mismos. Y riesgosa también aquella de Arquímedes que sostiene que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado, pues nuestros hijos pueden verse impulsados a verificarla en persona, ahogando al gato en la bañera.
Es riesgoso que en Informática aprendan a usar la computadora, pues esto puede incitarlos a abrir páginas pornográficas.
De modo que es preferible que nuestros hijos no sepan que Hitler existió, que no conozcan lo que hizo, que ignoren el contenido de los mensajes que reciben en inglés, que no sepan qué cosas castiga la ley, que no se expliquen por qué algo cae para abajo en vez de para arriba, que no sepan cómo encender una computadora y que desconozcan la existencia de los profilácticos y los anticonceptivos, pues es mejor que sean burros a que conozcan lo que existe.
Es riesgoso que en Lengua aprendan que saber usar la lengua es algo fundamental para relacionarse con los demás, pues pueden malinterpretar el concepto y usarla para cualquier cosa.
Es riesgoso que en Química aprendan a hacer experimentos, pues esto puede incitarlos a la violencia de fabricar bombas caseras en el garaje de nuestras casas.
Es riesgoso que en Geografía aprendan lo hermoso que es el mundo, pues esto puede incitarlos a que quieran salir a recorrerlo de mochileros, abandonando el hogar.
Es riesgoso que en Filosofía estudien el legado de Sócrates, pues esto puede incitarlos a beber cicuta.
De modo que es preferible que nuestros hijos desconozcan lo que existe, que sean burros en todas las materias, sobre todo en materia sexual, pues si no se les muestra cómo se utiliza un preservativo, si no se les exhibe qué forma tiene una píldora anticonceptiva, si no se les habla de nada de esto, dejarán de existir el sida y los embarazos no deseados.
Si es cierto que la educación sexual que reciben nuestros hijos en la escuela incita a la lujuria, a la fornicación y a la promiscuidad, pues se les exhiben preservativos y píldoras anticonceptivas, habrá, entonces, que cuidar a nuestros hijos para que no aprendan a cuidarse.
Es riesgoso que en Historia se les enseñe sobre Hitler y el nazismo, pues esto puede incitarlos al racismo.
Es riesgoso que en Educación Cívica estudien las leyes, pues conocer lo que está prohibido por ley puede incitarlos al delito.
Es riesgoso que en Inglés aprendan inglés, pues esto les permite leer las letras de las canciones de Marilyn Manson, que incitan a la violencia.
Es riesgoso que en Dibujo conozcan el neoimpresionismo y a Vincent van Gogh, pues esto puede incitarlos a cortarse una oreja.
Es riesgoso que en Física aprendan la ley de gravedad de Newton, pues puede incitarlos a tirar a alguien por el balcón para corroborarla por sí mismos. Y riesgosa también aquella de Arquímedes que sostiene que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado, pues nuestros hijos pueden verse impulsados a verificarla en persona, ahogando al gato en la bañera.
Es riesgoso que en Informática aprendan a usar la computadora, pues esto puede incitarlos a abrir páginas pornográficas.
De modo que es preferible que nuestros hijos no sepan que Hitler existió, que no conozcan lo que hizo, que ignoren el contenido de los mensajes que reciben en inglés, que no sepan qué cosas castiga la ley, que no se expliquen por qué algo cae para abajo en vez de para arriba, que no sepan cómo encender una computadora y que desconozcan la existencia de los profilácticos y los anticonceptivos, pues es mejor que sean burros a que conozcan lo que existe.
Es riesgoso que en Lengua aprendan que saber usar la lengua es algo fundamental para relacionarse con los demás, pues pueden malinterpretar el concepto y usarla para cualquier cosa.
Es riesgoso que en Química aprendan a hacer experimentos, pues esto puede incitarlos a la violencia de fabricar bombas caseras en el garaje de nuestras casas.
Es riesgoso que en Geografía aprendan lo hermoso que es el mundo, pues esto puede incitarlos a que quieran salir a recorrerlo de mochileros, abandonando el hogar.
Es riesgoso que en Filosofía estudien el legado de Sócrates, pues esto puede incitarlos a beber cicuta.
De modo que es preferible que nuestros hijos desconozcan lo que existe, que sean burros en todas las materias, sobre todo en materia sexual, pues si no se les muestra cómo se utiliza un preservativo, si no se les exhibe qué forma tiene una píldora anticonceptiva, si no se les habla de nada de esto, dejarán de existir el sida y los embarazos no deseados.
Si es cierto que la educación sexual que reciben nuestros hijos en la escuela incita a la lujuria, a la fornicación y a la promiscuidad, pues se les exhiben preservativos y píldoras anticonceptivas, habrá, entonces, que cuidar a nuestros hijos para que no aprendan a cuidarse.
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